domingo, 30 de enero de 2011

Capitulo 041

Como en un segundo podes pasar de estar sola a estar acompañada. Ese momento lleno de felicidad, que recordas para toda tu vida. Después de una lucha incesante con el destino, la pelea da por termina y vos con el trofeo. El trofeo de un amor correspondido.

-Perdoname, no me di cuenta. Estaba distraída – dije mientras trataba de arreglar la macana que me había mandado

-Todo bien La, ya pasó- siempre comprendiéndome- Ahora, creo que lo mejor va a ser que volvamos porque está refrescando, y no quiero que mí – remarcando esa palabra – novia, se enferme

-Tenés, razón. Igual, tengo un enfermero asegurado ¿no?- pregunté picara –

-Sí, pero no me quiero arriesgar ¿Viste? – tomándome el pelo

Y así caminamos un par de cuadras hasta donde pasaba el micro. Por suerte no tardó mucho, y en cuestión de cuarenta minutos ya estábamos en la cuidad. Fue muy lindo ese viaje de regreso, abarrotada a su brazo izquierdo- porque yo estaba del lado de la ventanilla – y tapada por mí campera, parecía una nena de cinco años en plena siesta. No dormí, pero si lo disfrute mucho, esas miradas, que decían tantas cosas; con él. El chico rapado, el del lunar, el barman, Peter, como quieran decirle; o como a partir de ahora, mi novio.

Lo primero que hice fue llegar a casa, cazar el tubo y llamar a las chicas, fue medio loco; porque si no estaba con el teléfono de línea, estaba mandando mensajes. Cuestión, que al finalizar el día ya todas estaban al tanto.

Los días, se pasaron volando. Una semana, se había pasado para ser exactas, de aquella salida. Ya estábamos en agosto, y todavía hacia algo de frio. Desayunar algo rápido, y salir para tomar el colectivo; era mi rutina. Espere a Candela en el hall de la facultad mientras le mandaba un mensaje a mi novio. Sí, porque ahora ya es con titulo la cosa.

Mensaje de Lali: Y como te fue? – Me limité a escribirle. Estaba esperando la nta de un final.

Mensaje de Peter: Todavía no sé, los están corrigiendo –Se refería a los exámenes. Claro, plena carrera de administración, como para no tardar en corregir, pilas de cuentas.

Mensaje de Lali: Apenas sepas, me avisas. Ahora te dejo, porque tengo que entrar. Besos

Mensaje de Peter: Si, obvio La. Besos, te quiero

Faltaban pocos días para el cumpleaños de mi amiga, Candela. Y estaba organizando una fiesta en su casa. Dado que ya cumpliría diecinueve añitos, los padres le permitieron festejarlo en su casa. Nada del otro mundo, amigos, música; y algo para tomar – obviamente a estas alturas, no vamos a estar diciendo que solo tomamos agua con gas ¿no?-

Entramos al aula, y después de un poco más de dos horas- con recreo de por medio -, dio por finalizada. Candela tenía que hacer unos trámites, asique la acompañé. De paso miramos vidrieras.

-Gorda, ¿qué hago?- me preguntó mientras miramos un vestidito muy lindo

-No sé, si querés comprarlo, está lindo – dije –

-No, percha – contestó. Y me mostraba el celular. ‘Cande, vos decís que si le llevo flores, queo muy naipe?’, era el cachetón que le pedía otro consejo- Al final, tengo cara de tabla de planchar yo

-No digas eso Cande – tratando de consolarla – Está indeciso, y no sabe lo que quiere –

-¿Qué estás diciendo morci? – si había metido la pata

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