lunes, 28 de marzo de 2011

Capitulo 068: Todo tiene solución

Este año mi cumpleaños cae sábado. Ya desde el martes, después de que el cachetón me diera el okey, llamé a Candela para que esté al tanto de todo, y por supuesto un ‘Yo te ayudo’, salió de boca –ella era mi especie de wedding planer, no será un casamiento pero la delgada es mandada a hacer para los festejos-. Le siguieron, Rochi y Euge, quienes me dijeron que estarían ahí desde el sábado al mediodía. Mi novio, después de un ‘Te dije, que no iba a tener problema’, dijo que ese día lamentablemente, trabajaría por la noche, pero que luego hablaríamos mejor; ya que lo moleste en plena clase de contabilidad. Mi hermano, se sumó a la lista, diciendo que les diría a los chicos, y que por supuesto iba a llevar a unos amigos; con la condición de encargarse de la bebida –a esta altura del partido, el agua gasificada no lo es todo-.

Ya a tarde del jueves se estaba cerrando, y me encontraba sobre la cama, y con un par de apuntes, repasando. Tomé el teléfono, que estaba sobre la mesita de luz, y marqué el número de la delgada.

-¿Hola?- atendió la escuálida del otro lado del tubo
-Hola Can – saludé, mientras me tapaba los pies con el acolchado
-¿Qué haces morci? ¿Todo bien?-
-Sí, te llamaba… por lo de mi cumple – y las hojas ya estaban en el piso, se cayeron producto de que las dejara al lado mío
-Ya te dije, que te ayudaba, ¿Qué pasó? No me digas, que no lo haces- en tono de preocupación
-No. Va no sé…- dije dubitativa – Peter no va a poder venir si lo hago- Ya que horas antes, habíamos hablado; y afirmativamente no podría ir
-¿Por?- cuestionó
-Porque me dijo que trabajaba, y no puedo obligarlo a que venga- sí estaba triste
-¿Y qué problema hay? Lalita. Si la montaña no va a Mahoma, Mahoma va a la montaña- la flaca te tira esas frases que te quedas reculando
-Hay Can, sé más directa. No te entiendo – y no entendía
-Que si Peter no puede ir a tu cumpleaños, nosotras vamos a festejar tu cumpleaños al boliche- si que cuando quería pensaba
- Tenés razón, se ve que el cachetón te hace usar la cabeza – ambas reímos- Vienen con las chicas, nos cambiamos acá, hacemos una previa, y después vamos para el boliche
-Si, Lalita. ¿Viste que todo tiene solución?
-Casi todo- interrumpí
-¿Qué paso ahora?- cómo me conocía la delgada
-No, nada. Dejá, yo me entiendo – la verdad es que Gasón no tiene solución. Y a la flaqui no le conté nada, por pedido del cachetón. – Bueno... ¿algo para contar? –aunque nos habíamos visto a la mañana en la facultad, en un par de horas pueden pasar muchas cosas-
-Hace un rato se fue Agus. Y estuvimos hablando de todo un poco, no puedo creer que ya se vaya el lunes- sonaba afligida, y no era para menos
-Se pasó volando. Pero no te preocupes, vas a ver que vuelve antes de lo que te imaginas- trataba de alentarla- Todo tiene solución- y le repetí la frase que hacía instantes me había dicho
-Sí ya lo sé, es lo que más quiero. Bueno La te dejo, porque acá mi hermana dice que necesita el teléfono. Un besito amiga –
-Otro – corté


¿Será que existe una solución para todo? ¿Será que hay una receta especial que seguir, para que todo salga como esperamos? ¿Será que todos los problemas existen, porque hay una solución para cada uno? Solución es la respuesta a un problema, a una situación ¿Y si no tenés respuesta? ¿Y si tu mente está en blanco, para resolver ese problema? En matemáticas, la solución, es el valor de la incógnita; ¿y si tu incógnita no tiene valor? ¿Cómo se resuelve? ¿Cómo se soluciona? Lo que más queremos es que el problema, se solucione; y si es rápido mejor. No creo que todo problema tenga una solución concreta; creo que cada uno tiene que encontrar esa solución, esa alternativa, esa opción. Porque lo que es una solución para algunos, puede ser un problema para otros.

martes, 22 de marzo de 2011

Capitulo 067: Molesta

Martes. Cinco de la tarde. Después de salir de la de Camila, fui para lo de Agus, me quedaba medio a tras mano, pero era para ver cómo estaba y comentarle lo de mí cumpleaños. Sí, lo había hablado con las chicas, y me dijeron lo mismo que mi novio.

-Por mí no te hagas problema ¿eh?- y me encontraba sentada sobre aquella mesada de mármol de granitos, de la cocina de mi amigo –había confianza- cebándole un mate –dulce-. Hablábamos, sobre m cumpleaños –Me va a hacer bien despejarme últimamente la facultad la deje re colgada, y con lo de mi viejo me la paso todo el día en el hospital –controles, médicos, etc.- Si no recuerdo mal vos cumplís el diez – dijo mientras se alejaba a ver el calendario pegado con un imán en la heladera- Cae sábado, y yo me voy el lunes –
-¿El lunes?- no entendía - ¿Tan pronto? –
-Sí, La- me hizo un puchero, al que tendí mis brazos en el aire para darle un abrazo
-No tengas miedo –lo tome de los cachetes, y lo miré a los ojos; sabia que sentía- Todo va a estar bien. Y no te preocupes ni por Cande, ni por la facultad, ni por nada. Solo por tu viejo, eso es lo que importa. Pensá que él se puede recuperar, se puede poner mejor. En un par de días, capaz que están yendo a ver a la academia – comentario que dibujo una sonrisa en su rostro – Ese es Agustín que queremos. Todo va a estar bien. Tené fe- y volví a abrazarlo.

El agua se terminó de calentar, y estábamos listos para la segunda vuelta de mates. Esta vez con la radio de fondo.

-No me digas que… -no terminé la frase
-No, todavía no- dijo serio
-¿Y entonces? ¿Cual es el problema?- interrogué, mientras me devolvía el mate, ya sin agua
-Es que no quiero que piense que la estoy apurando- dijo acomplejado
-No va a pensar eso. Y menos cuando te vas dentro de un par de días- me cebaba uno con azúcar, para mí – Aprovecha todos los momentos que tengas con ella, disfrutá. Sé que tenés tus problemas, pero que eso no opaque tu relación con Cande. La flaca está con vos la mayoría del tiempo, te acompaña en todas… no la desaproveches – seguido de un guiñó de ojo
-Si no se. Es raro hablar de esto con vos – dijo entre sonrisa
-Quedate tranquilo que no le voy a contar nada eh?- aseguré –
-Ya lo sé… ¿Y vos como estás con el pelado?- interrogó mientras agarraba el mate
-Bien… El otro día fuimos a la costanera, a pasar la tarde, re lindo…
-Pero… - interrumpió
-Nada – negué, malísimamente
-Te conozco, La-
-Me mandó un mensaje Gastón – y lo hice ahogar con el agua
-¿Qué? ¿Qué quiere el tarado ese?- lo noté enojado

Flash back Lali

-¿Te parece si vamos yendo?- pregunté a mi novio, quien estaba recostado en el pasto, con su cabeza sobre mis piernas –no mal interpreten por favor, gracias –
-Un ratito más – dijo puchereando, y no pude resistir - ¿Tenés frio?
-Un poco- y la verdad, que el sol iba bajando, y la temperatura también; ese vientito después de una tarde a pleno sol, daba escalofríos- Gracias- contesté luego de que él me diera su campera, que por cierto me quedaba grande, pero tenía su perfume ¿Qué mejor?

Mí celular sonó, con timbre de mensaje. Busqué dentro del bolso, y leía para dentro.

Mensaje de desconocido: Hola Lalita, ¿linda tarde pasaste con Pedrito? Digo con tu noviecito

Ese mensaje me desequilibró por completo. Tomé aire, y guardé el teléfono donde estaba.

-¿Qué pasó La?-
-Nada – soy mala mintiendo, lo sé
-Bueno avisale a tu cara, porque no se nota – dijo ofendido
-No de verdad no pasa nada – y lo compré, por decirlo de alguna manera, con un beso

-No sé. No le contesté, no le voy a seguir el jueguito- dije
-Dejalo. Si llega a pasar de nuevo, le decís a Peter, a Vico o a mí… No tengas miedo, quiere molestar, nada más –

Cuando una persona irrumpe tu vida sin permiso, molesta. Cuando te sentís invadida, cuando no querés que se metan, y lo hacen; molesta. Cuando esa persona te produce dolor, llanto, sufrimiento; te disgusta, te enfada, te molesta. ¿Por qué hay personas que no pueden vivir su propia vida, que tienen que andar incomodando a los demás? ¿Por qué hay gente que solo quiere perturbar tu tranquilidad, tus sentimientos, tu vida? ¿Se es molesto? ¿Se nace así? ¿Se vive así? Te lastiman, te aturden, te agobian, te mortifican, te desagradan, te molestan. No pueden dejarte vivir en paz, con tus problemas, con tus amores; siempre tiene que haber alguien metido en el medio para sacarte ese poquito de felicidad. Tienen la intención de hacerte pasar un mal momento, de ser agresivo, de no querer ver bien. Que otra persona me moleste, me hace sentir molesta.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Capitulo 066: Viva

Vivir para una misma, para los demás. Con esperanza, con libertad. Vivir la vida, vivir a pleno. Sentir, crecer, amar, morir. Vivir viviendo, vivir sintiendo.

Ya todos estábamos al tanto de la enfermedad de Raúl, el papá de Agus. En unos días, partiría para Venezuela, por tiempo indeterminado. La verdad, que desde que nos enteramos, no todo era igual. Más allá que el cachetón, no era el enfermo, no tenía esa energía que lo caracterizaba; estaba como apagado. Y no era para menos. Tratamos de darle ánimos, que piense en otras cosas, que se distraiga; pero ni Candela puede sacarle una sonrisa. Me da mucha pena verlo así, él siempre tan fuerte, y ahora no pudiéndose mantenerse en pie. Estamos muy esperanzados con que funcione el tratamiento, y que pueda volver lo antes posible.

Las cosas con Peter iban más que bien. Hablamos todos los días, y nos vemos día por medio. Lo que pasa es que con la facultad, el trabajo, y los exámenes; estamos tapados de cosas. Pero aprovechamos ese sábado libre, para vernos. Que mejor que unos mates, en plena reserva de la Costanera. Después del almuerzo, me pasó a buscar. Hacia un par de días que había sacado el registro y ya andaba en auto –de su papá- para todos lados. Al oír la bocina, caí en la cuenta que había llegado. Acomodé las cosas en el bolso –léase: termo, mate, azucarera, yerbera, y todo lo necesario-. Sonó el timbre, y ya estaba dentro de mi casa, saludándome con un cálido beso. Tenían que verlo. Remera manga corta, blanca, con unos capris de jean, y esos lentes estilo aviador que me derriten por completo; pero sobretodo con esa sonrisa que me vuelve loca.

Si mi casa queda lejos, cuídame
necesito de tus ojos para ver
si los pájaros me ayudan a volar
el reflejo de tu luz me alumbrara


-Hola, mi amor ¿Cómo estás?- pregunté cerrando la puerta
-Todo bien, ¿vos?- y esperaba para avanzar juntos
-Todo bien ¿pasas? Me faltan poner un par de cosas en el bolso- Y cuando no Lalita, llevando mil cosas que después nunca usas
-Hola- saludó a mi mamá, que estaba en la cocina mirando una peli romántica como le gustan a ella
-Hola Peter – tenían la mejor onda, sin dudas- ¿Todo bien?
-Todo bien- dijo tomando asiento ya que mi mamá le había corrido la silla para que se siente- ¿Vos? – porque mi vieja es moderna, nada de ‘usted’
-Todo bien- y bajaba el volumen del televisor – Asique van a pasar el día a la Costanera
-Sí, ma – ya le había dicho, pero siempre necesita asegurarse-
-Sí, hay que aprovechar el día – dijo mi novio; y tenía razón. Los primeros días de Octubre, nos sorprendían con días esplendidos, llenos de sol y buena energía
-Bueno ya estoy – dije dando el okey a mi novio, para ir saliendo-
-Bueno ¿vamos?- preguntó
-Dale- y saludaba a mi madre con un beso en la mejilla- nos vemos, ma
-Chau, cuídense- Y así, partíamos a disfrutar nuestra tarde.

Después de unos cuarenta minutos, llegamos. Bajamos y en el camino habíamos arreglado, dar una vuelta, caminar, y después sí tomar unos mates. Con el bolso a su cargo –ya que no se puede entrar y volver a salir-, comenzamos el paseo. Nunca había ido a una reserva natural. Pude observar una gran variedad de árboles, hierbas y arbustos; que en esta época del año; estaban en plena armonía.

Si en el cielo tus señales hallare
no hay manera de perderme esta vez
si las pruebas que me esperan, me hacen mal
en tus manos, las heridas cerrarán


Caminábamos, respirando ese aire puro, tomados de la mano. Y a pedido de mi novio, tomábamos asiento sobre el césped, verde; para disfrutar de la mateada.

-Nunca había venido- le comenté, mientras sacaba las cosas de adentro del bolso negro- Esta re lindo – y no mentía
-Sabia que te iba a gustar- dijo agrandado, y me robó un beso-
-Vos me gustás- y ahora era yo la que le robaba un beso- Te amo
-Yo más linda- y ahora sí, definitivamente me llevarían presa. Por robarle tantos besos, digo.

Termo, mate y galletitas; la compañía perfecta para una buena tarde al aire libre y con el bombonazo de mí novio ¿Qué más se puede pedir?

-Para mí tendrías que hacer una joda- dijo el de ojos verdes. Estábamos hablando de mi cumpleaños, ya que dentro de pocos días llegaría, y cumpliría diecinueve.
-¿Te parece?- dije mientras le cebaba un mate dulce – No da gordo
-¿Por?- cuestionó
-Por lo de Agus- y sí, a todos no ponía mal- Se está por ir porque el padre está enfermo, y ¿yo haciendo una fiesta? No, no me parece
-Con más razón. Él se va en unos días, ¿qué mejor que una buena despedida bien pum para arriba?- y tomaba una galletita rellena de adentro del paquete, la verdad que viéndolo de ese modo no era tan descabellado –
-¿Te parece?- volví a preguntar- Tendría que hablarlo con él, haber si se copa
-Entonces tenemos fiesta para tu cumpleaños – como lo conocía – Si querés yo te animo la fiestita –dijo mientras me guiñaba un ojo con esa sonrisa compradora
-¿A sí? Anda a saber cuántas fiestitas habrás animado vos – dije haciéndome la ofendida, no duré ni dos segundos que ya estaba viviendo en sus labios-

Estoy viva, y hoy elijo caminar
estoy viva, y tu luz mi guiara
porque estoy viva y solo debo despertar
estoy viva para amarte una vez mas

Y así mirando la naturaleza, lo verde, respirando aire puro; alejados de cualquier bullicio, de cualquier problema. Juntos. Viviendo esos momentos únicos, sin celos, sin peleas, sin temores. Amándonos, sintiéndonos, besándonos. Cuando estoy con él, me siento plena, única, estoy viva. Siento que todo tiene sentido, que todo puede ser posible. El me da la fuerza que necesito, para sentirme bien, para seguir adelante, para no caer. Me sabe acompañar, me sabe escuchar, me sabe decir siempre la palabra justa, eso hace que yo lo elija.

sábado, 12 de marzo de 2011

Capitulo 065: No todo es lo que parece II

Cuenta Agus

Tengo que contarle a la flaqui que está pasando. Ella no se merece que le oculte algo así, no la quiero hacer sufrir pero tampoco quiero ocultárselo; algún día se va a enterar y prefiero que sea por mí y no por terceros.

-Flaqui, tengo que decirte algo- estábamos en mi casa, en la cocina para ser más precisos, tomando unos mates. Y creo que llegó el momento de decirle.
-Sí, yo también- y la noté algo pensativa- Empezá vos- me dijo
-Empeza vos si querés, es lo mismo- y me miró con cara obvia – Bueh, voy yo… no es fácil para mí decirte esto, pero prefiero que te enteres de mi boca, y no por otros.
-¿Tenés a otra, no? Es eso… Yo sabía Agustín- y pude ver como su rostro se enfurecía lentamente
-No, no eso Can- tomé aire- Mi papá está enfermo, tiene algo medio raro, que los médicos no saben que es-inmediatamente me abrazó, y se sentó en mi falda- La cuestión es que tienen que hacerle unos estudios, pero no acá- la cara de mi novia cambió, para dejar escurrir algunas lagrimas- en Venezuela. Parece que allá tienen unos equipos que acá no tienen – y pasé mi mano sobre su cara para secarle esas gotas saladas- Y tengo que acompañarlo, no sé cuánto va demorar, pero no puedo dejarlo sólo en esta- y ahora éramos los dos los que llorábamos, abrazados en medio de aquella cocina- Tengo miedo Can…
-Gordo sabés que contás conmigo, sos mi novio, mi amigo, mi compañero. No te voy a dejar solo nunca, y menos ahora. Me duele un montón saber que te vas, sin saber cuándo volvés. Pero es tu papá, lo entiendo y lo respeto. Y si a mí me pasara, haría lo mismo. No quiero ser egoísta, pero sé que no te podés quedar conmigo. Te amo ¿sabés?- y era la primera vez que me lo decía, no lo dudé y la besé-
-Yo también te amo, Can, más que a nadie. Y me pone feliz, saber que estás conmigo. –
-Y yo que pensaba que me estabas metiendo los cuernos- dijo con toda tristeza
-¿Qué?- sinceramente no entendía
-El otro día que te olvidaste el celular en casa, leí tus mensajes – la miré sorprendido – Sí, se que estuve mal, pero no pude resistir. Los mensajes que te mandes con…
- Benja - interrumpí – Sí, eran sobre esto
-Ay perdóname – y tapaba su boca, como si evitara escapar el llanto – Perdón
-No tengo nada que perdonarte Can- dije comprensivo – Nunca te engañaría, y lo sabés. – y la abracé – Aunque me gusta que te pongas celosita – y sonreímos- Te amo- y una vez más, estábamos besándonos.

Cuenta Cande

Desde el día que Agustín se olvidó el celular, y de perseguida leí los mensajes, todo era distinto. Como si buscara cualquier excusa, para que me dijera que me era infiel, que no me quería, algo para justificar ese engaño.

Uno o dos días después, me dijo que tenía que decirme algo muy importante. Ya imaginaba por donde venia, por los cuernos. Con todas mis armas a la defensiva, fui. Lo noté algo raro, pero no le dije nada. Preparamos mate, y en mitad de charla, interrumpió para decir lo que tenía que decirme.

Su papá está enfermo. Tiene que ir al exterior, para hacerse unos estudios que acá no pueden. No se imagina lo mal que me sentí. Pensar que me estaba engañando, pensar que el no me quería, pensar que puse cosas en mi cabeza que nunca sucedieron. Me siento tan infantil. El padre esta grave, y yo inventando triángulos amorosos. Nena, esos es lo que sos Candela. Enojo conmigo misma, eso siento. ¿Cómo pude desconfiar de él? ¿Cómo pude dejarme llevar así, sin motivos? ¿Cómo pude sufrir tanto, por un fantasma? ¿Cómo pude ser tan inmadura?

Al final mis amigas tenían razón. Lo conocen más ellas que yo. Yo que soy su novia, no pude ver esto. No pude ver, que estaba mal, y no por una infidelidad; si no por algo mucho más grave. No entiendo, no me entra en la cabeza.

A veces las cosas no funcionan como esperamos, no terminan con el final que elegimos. Las piedras en el camino, hacen que las cosas se distorsionen, tomen otros caminos, otros rumbos. Ponemos títulos a las noticias, como si fueran novelas de las tres de las tarde, y muy lejos están de eso. Inventamos fantasmas donde nos los hay, solo para decir que hay fantasmas. Cualquier cosita que no nos guste, salimos a buscar el pelo al huevo, la quinta pata a gato, o como quieran llamarle. No sentimos, no miramos, no vemos, estamos completamente ciegos. Disfrazamos las cosas, las convertimos en cosas que no son. A veces, no todo tiene una cara, no todo tiene un solo lado, a veces no todo es lo que parece.

martes, 8 de marzo de 2011

Capitulo 064: No todo es lo que parece I

Después de que María llegara de trabajar, podía retirarme, no sin antes saludar a la angelita de la casa. Unos treinta minutos más tarde y me encontraba tocando timbre en lo de la escuálida.

Una semana había pasado de aquella juntada, por la llegada de la primavera. Rochi y yo la habíamos ido a ver porque nos mandó un mensaje diciendo que no estaba muy bien. –A Euge también, pero no pudo ir-. En la habitación de la flaqui, con el termo y el mate, nuestros fieles compañeros.

-¿Qué no entendiste? Tengo unos cuernos así de grandes – dijo la delgada poniendo las manos sobre su cabeza-
-No creo que sea así, Can- la tranquilicé – No creo que te este engañando

Resulta ser que el cachetón había olvidado el celular en la casa de Candela, la tarde anterior. Se juntaron para verse, un rato, y ya para la noche Agustín tenía que irse. El varón, olvidó su teléfono celular arriba de la mesa. Todo bien hasta que a la delgada se le ocurrió revisar los mensajes. ¡Para que mete la nariz donde no la llaman! Y así fue como leyó unos mensajes, que no debía haber leído.

Mensaje de Benja: Agus, cuando leas esto respondeme
Mensaje de Agus: Aca estoy man, decime
Mensaje de Benja: Sobre lo que me dijiste, me parece que Cande tiene que saberlo. No sé, para mí tenés que contárselo lo antes posible, no se merece que le ocultes algo así
Mensaje de Agus: Si lo sé, pero no sé cómo decírselo entendés? La voy a lastimar y no quiero
Mensaje de Benja: Mira macho, si te parece mañana hablamos mejor, vemos como podemos hacer dale?
Mensaje de Agus. Dale, mañana hablamos


-Ay chicas les juro que estoy re triste- y dejó escapar algunas lagrimas- Nunca pensé que me iba a engañar, dijo que me quería ¿entienden eso? – y con la rubia, nos acomodamos a sus costados, para abrazarla-
-Ey no llores – y le secaba su rostro – Mira el cachetón es un chico que va de frente, lo conozco, es mi amigo; y él nunca te engañaría. ¿Sabe que leíste esos mensajes?
-No, cuando vino, solo le devolví el teléfono. Me preguntó si me pasaba algo, pero no le dije nada- mientras hacia un puchero – Encima de cornuda ¿tengo que blanquear yo? No, que venga y que me lo diga él a ver si es tan hombre
-Me parece que no es nada concreto, Cande. Estás exagerando un poquito. Seguramente, no tiene nada que ver con los cuernos – le decía Rocío, mientras la escuálida la miraba con cara obvia – Para mí tenés que esperar a ver qué pasa, seguro que no es nada de lo que te imaginas.
-Claro vos decís eso porque recién empezas el noviazgo- sí, desde el día de la primavera que lo de Pablo y la rubia es algo formal

Flashback Rocío
Para calmar las aguas entre la delgada y la otra rubia, Lali decidió que lo mejor era servir el helado. Me ofrecí a ir por el mismo, parándome y empezando a caminar. Para cuando llegué a la cocina, no estaba acompañada por la petiza sino por Pablo.
-¿Podemos hablar?- preguntó él, mientras yo buscaba los potes de helado en el frezeer –
-Sí, pero primero yo. Necesito decirte algo Pablo- me tenía que jugar de una vez por todas- Viste que el otro día cuando nos vimos, me preguntaste si quería ser tu novia… Sh dejame hablar – me atajé antes de que me interrumpa – Bueno, lo pensé mucho. Y creo que lo mejor va a ser…
-Ay Ro, dale no te hagas la misteriosa sabes que no aguanto la intriga- y me hizo un puchero que me mató
-Bueno…- dije acercándome a él – Si todavía sigue en pie esa propuesta… Sí quiero ser tu novia- y una sonrisa de oreja a oreja se dibujó en nuestros rostros
-Claro que sigue en pie, más que nunca- y ya estábamos uniendo nuestros labios, sellando ese momento- Te prometo que no te vas a arrepentir de haberme dicho que si- y me besaba con pequeños picos
-Bueno no prometas tanto, cumplí mejor – y no me dio tiempo a terminar, que estábamos besándonos otra vez.

-Te amo Rocío – me dijo luego de que nos separáramos por un instante- No te estoy pidiendo que me digas lo mismo, sólo quiero que lo sepas- y una sonrisa se dibujo en mi cara
-Gracias… por no presionarme. Pero si querés saber que siento por vos… te quiero – dije dándole un tierno pico– mucho – y ambos sonreímos, para unir nuestros labios nuevamente.


-No, no lo digo por eso. Lo digo porque no me entra en la cabeza que un chico que te quiere tanto como te quiere el cachetón, te puede ser infiel. Vamos Cande, seamos sinceras, no te cierra mucho el hecho de que Agus pueda llegar a engañarte. O no te acordás todo lo que hiso para que le des bola- la alentaba la pelilarga
-Tiene razón Rochi amiga- dije – Pero bueno si querés pensar que él te está engañando allá vos, para mi le estas pifiando- terminé por decirle, porque cuando la escuálida se pone en porfiada no hay nadie que le gane- A veces, no todo es lo que parece, amiga.