domingo, 20 de febrero de 2011

Capitulo 059: Lo mejor del amor

Viernes a la noche: salida con las chicas. Después una semanita de facultad, y trabajo; seguido por el cambio repentino de clima -frio a templado, y de sol a lluvia -. Nada mejor que distenderse con amigos. Decidimos ir a Game Over, el boliche donde trabajaba mi novio.

Ocho y media de la noche, y con las chicas estábamos en casa, arreglándonos para salir. Invitamos a los chicos –Agus, Pablo, Juli, y mi hermano- y no tuvieron problema en prenderse. Es más hasta puede llegar a ir mi cuñado. Ellos se juntaban en la del cachetón, y después nos pasaban a buscar, para ir todos juntos.

Un lindo vestido con pequeñas flores en azul oscuro, y hojitas verdes, fue lo que la delgada, había encontrado para í –digo encontrado, porque en una noche de salida la ropa ya no es tuya, pasa a ser de tus amigas y viceversa-. Ya cambiadas, esperando a los varones, decidimos hacer unos daiquiris, para matar el tiempo. Yo era la encargada predilecta a prepararlos, y no tenía problema. Me zarpé un poco con el ron, lo que provocó, que la delgada, se entonara más rápido de lo normal. Pero nada grave, ella aún sin una gota de alcohol, habla pavadas.

Doce y media, y mi hermano me mandó un mensaje que en quince estaban. La pelicorta, se retocaba el maquillaje, mientras Rochi trataba de alisarse al máximo su cabellera rubia. Cande, sentada en una silla en la cocina, se reía de cualquier cosa, y cantaba las canciones de la tele ¡hasta las propagandas! –Juro que el arroz se hubiese pegado, de tan solo escuchar desafinar a la flaquita- Sin dudas era un caso perdido. Con decirle que bastó para que Eugenia la acomodara de un leve golpe para calmarla; pero no tuvo éxito. Sólo duró unos pocos segundos. Igualmente cabe aclarar que todas tomamos de la misma jarra, solo que a la flaquita al tener poca carne se le sube más rápido la alegría. Por lo que para cuando los chicos llegaron –que no fueron quince, sino treinta- ya estábamos las cuatro más divertidas, pero conscientes.

Después de hacer la fila –por separado, varones por un lado, mujeres por el otro- entramos al boliche. En vano fue mandarle un mensaje a Peter, para avisarle que estaba en la puerta; ya que se tomó un tiempito para venir a saludarnos, y llenarme de besos como sólo él sabe.

-Bueno, bueno largando – mi hermano no iba a perder oportunidad para interrumpir

-Dejalos man. Cuando tengan hijos no te van a pedir permiso para… - y el cachetón no tenía problema de gesticulación

-Para animal- lo retó Eugenia-

-Bueno los dejo- rió incomodo, y dijo aún aferrado a mi cintura- voy a estar en la barra del fondo- señaló la misma- cualquier cosa vayan- y unimos nuestros labios, para que luego se vaya.

Me dices que soy aburrido, que estoy encerrado en mi dolor
que olvide lo q me ha ocurrido, que no le guarde tanto rencor
Me dices q la culpa no tengo, que algo nuevo en tu vida soy
yo sé que tengo tus besos, pero a ella olvidarla no
 
Y el cuarteto se hacía presente en la pista. Benja bailaba con la pelicorta, la parejita feliz –Cande y Agus-
le sacaban lustre a aquel piso, Juli sacó a bailar a una chica, y mi hermano y yo dábamos cátedra. A los
que busqué con la vista y no encontré fueron a Rocío y Pablo. Vaya a saber uno donde estaban.
 
¿Cómo olvidarla?, ¿cómo olvidarla?; si se llevó de mi vida lo mejor
¿Cómo olvidarla?, ¿cómo olvidarla?; si ella ha sido todo mi amor
¿Cómo olvidarla?, ¿cómo olvidarla?: si ha dejado huellas en mi corazón
¿Cómo olvidarla?, ¿cómo olvidarla?; si ella fue lo mejor del amor
 
Mí celular sonó, ya que estaba en mi short de jean, por debajo de mi vestido. 
 

Mensaje de Peter: No me hagas tentar, que estoy en horario de trabajo

Mensaje de Lali: Yo no tiento a nadie, los ojos están para ver

Mensaje de Peter: Y no puedo sacarte los ojos de encima Porque será?

Mensaje de Lali: Será porque soy algo más que una amiga, tu novia, tu amor?

Mensaje de Peter: Sos lo mejor del amor

El amor, como todo, tiene sus pros y sus contras. Estamos todo el tiempo viendo el lado vacío de vaso, sin darnos cuenta de que eso que puede hacernos felices; tal vez esté más cerca de lo que pensamos. Basta con un caprichito del destino, para cerrar todas las puertas que conducen al amor. Creemos que todo está dicho, pero no es así. Somos nosotros los que debemos tener la última palabra. De nosotros depende poder encontrar el amor. A veces tarda más, otras menos; pero siempre llega. Y cuando llega se siente. Se siente en el cuerpo, en la piel, en una sonrisa, en un beso. Estamos pendientes de lo que va a pasar, no vemos los pequeños momentos donde se siente el amor. Preocupados por el tiempo, por a actitudes, por las consecuencias; lo dejamos escapar. Hay que aprender a conocer el amor, sentirlo, pero sin dudas, lo mejor del amor es saber disfrutarlo.

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