lunes, 14 de febrero de 2011

Capitulo 055: Hermanos

Dos semanas habían pasado de aquel cumpleaños. Me encontraba en casa rodeada de hombres, quiero decir, con Victorio y Peter. Sí, hacía más de diez días que él, ya estaba al tanto de la relación con el rapado.

Hermanos, en lo bueno y en lo malo,
Siempre unidos, siempre a mano,
Sin pedirnos nada a cambio
Hermanos, en dulce y en lo amargo,
Aprendimos a escucharnos,
Y a entendernos sin mirarnos
Y hoy estamos juntos, y nada de aquello ha cambiado,
Por el mismo rumbo, luchando por lo que amamos,

Flashback

Era sábado, y las ganas de ver una peli, me invadieron. Me colé en la cocina, y de mala que soy, le cambié a mi hermano el canal de deportes que estaba mirando. Me comí algún que otro insulto, pero todo con cariño, él sabe la nena caprichosa que siempre llevo dentro. Después de casi dos horas de tele, la hora del mate se hacía presente, y mi hermano – que se quedó a pesar de todo – fue el encargado de poner la pava a calentar.

-El otro día te vi enganchado con una chica en lo de Cande – ya estábamos entados, y con la pava, la azucarera, y el mate a mi servicio. Me refería al cumpleaños de la flaqui, habían pasado unos días, pero nunca nos pusimos a hablar de eso.

-Si- contestó. Odio cuando tengo que sacarle las palabras con un tirabuzón –

-¿Y?- insistí - ¿Pasó algo?

-No, un beso – para mí eso es que pase algo

-Ah –Y encontré el momento para decirle una vez por todas, que estaba con l rapado – Yo también conocí a alguien

-A Peter – afirmó. Y mis ojos se abrieron como platos.

-¿Eh? ¿Qué decís?- me hacía la desentendida, mientras recibía el mate vacio. Me miró con cara de te conozco como si fueras mi hermana- Bueh, sí

-Ya sabía – me dijo canchero – Me gusta ese pibe para vos - Sinceramente no podía creerlo

-¿De verdad me decís?- no me entraba

-Sí, yo lo conozco al flaco –por ser el hermano de un amigo – y me cae bien

-Ay qué bueno – dije aliviada – Tenía miedo que te enojaras

-Nah, no me puedo enojar con vos; linda – y sí era mi hermano- Aunque admito, que un poquito de celos me da, pero siempre vas a ser mi princesa –

-Ay no empieces – dije superada – Bueno sí – y era mi debilidad – corrí a abrazarlo, y sentarme a upa de él, como cuando éramos chicos

-Pero con una condición – y ahora que pasó

-¿Cuál?- dije, aun sobre sus faldas

-Que si te llega a hacer algo, me decís que lo cag…

-¡Victorio! – lo reté

-Bueh Lo pongo en su lugar – eso me gustó más -

Le agradezco a Dios, el poder seguir
A cada paso contando contigo,
Porque junto a ti aprendí a vivir
Siempre del lado mejor del camino, donde no hay espinas,
Porque estás conmigo...

Hermanos, es un lazo de sangre, de alma. Corre por tus venas el mismo agua, que por las mías. Nos ata, la misma soga, y nos separan los mismos conflictos. No se entiende, se respeta. No mira, se aconseja. No se olvida, no se lastima, no se toca. Tener un hermano, es un regalo que te da la vida. Por más que muchas veces tangas diferencias, peleas, desencuentros, ese hermano es el que nunca va a soltarte. Pueden pasarte miles de cosas, pero el hermano ante todo. Podes enojarte, llorar, gritar, pero ese él el que te va a guiar cuando no sepas como seguir tu camino. Los recuerdos juntos, las tardes de plaza, las pelas, los berrinches, los caprichos, todo hace la relación entre hermanos. Porque hermano es el otro yo, ese que no podés elegir, que te dio la vida. Va más allá, del destino. Va más allá de vos. Es ese amigo, que la vida te impuso, y que está en vos; valorarlo, cuidarlo, protegerlo. Hermano, es la persona que va con vos de la mano.

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