domingo, 13 de febrero de 2011

Capitulo 054: Mí héroe

Ya entrada la mañana, y tiradas en los colchones del cuarto de Cande; chusmeábamos y con mate de por medio.

-Asique Sofía, se agarró a Marcos – dije sin entender como me había perdido semejante escena. Eran ex novios, típica parejita del secundario que andan juntos para todos lados; y hacía rato que no se veían, y no perdieron oportunidad.

-Sí si- contestó la delgada, devolviéndome el mate recién cebado –de más está decir que era yo la encargada del termo y el mate – Ahora me vas a decir dónde estabas vos. Que te busqué por todos lados y no te encontraba.

-Emm… - no sabía si decirle o no, no quería arruinar su cumpleaños; pero es mi amiga y no me gusta mentirle- Vino Gastón – Y Rochi, se ahogó con el agua caliente, producto de estar tomando un mate calentito.

-¿Cómo?- recibí por parte de la pelicorta, que había bajado el espejo –se estaba sacando el maquillaje – para mirarme

-Sí, así como lo oyen – contesté- Tocaron timbre, y como vi que nadie iba a abrir- y la miré a la dueña de casa, con cara de no sé por dónde andabas- Me levanté y fui. Cuando abrí la puerta, y me lo encontré ahí, no sabía qué hacer. Lo saqué a la vereda, ni loca lo dejaba entrar, y discutimos.

-A bueh… pero a este pibe sí que le chifla – dijo la escuálida

-Sí – afirmé – Me agarró de acá- señalé mis muñecas – Y me tenia así – demostré como me tenia agarrada – Pero, en ese momento llegó Pitt

-¿Qué?- esbozó la rubia de pelo largo

-Sí, todo un Superman – sonreí – Le pegó un par de piñas, y se fue.- hubo un silencio – Pero dijo que iba a volver – y mi cara expresaba susto

-No te preocupes morci, va a estar todo bien – me alentaba la delgada –Aparte, con un Superman como tu novio, no hay Pingüino que pueda –

-Lex Luthor – dijo la pelicorta corrigiendo el enemigo, a la dueña de casa

-¿Eh?- ni la mínima idea de historietas, tenía –Sí, bueno el ex tutor también.- Y logró sacarme una sonrisa. El celular de Candela, acababa de sonar.

-Y a vos que te asa que estás tan sonriente – dijo Rocío a ver como la escuálida, contestaba el mensajito recién llegado

-Agustín – afirmamos a dúo Eugenia y yo

-Sí, me dijo que la había pasado bien – con una sonrisa de oreja a oreja –

-¿Y en que quedaron? – pregunté, mientras Eugenia me pasaba el mate, vacío. Ya que no había noticias de algo formal.

-No sé – reprochó la flaquita – Osea, el me gusta…

-Te re gusta- esbozó la pelilarga

-Bueno sí, me re gusta- compensó – pero no quiero apurarlo para empezar a salir formalmente.

-Qué raro, yo creía que querías formalizar- contestó Euge, que termina de dejar el espejo en su lugar.

-En realidad, sí. Pero… no quiero parecer una desesperada ¿Entienden? – Asentimos – No quiero regalarme, pero tampoco parecer histérica – la miró a la pelicorta –No quiero que piense que solamente él me da bola, pero tampoco que me deje sola

-Nos pasa a todas – respondí – Pero si están bien así, no lo dejes pasar. Cuando sientan que sea el momento se van a dar cuenta – le regalé una sonrisa

- Si, no te le regales que después te pasan por encima – dijo Rochi, con tono de reproche-

-¿Qué pasó ahora?- la noté que tenía algo para largar, y que mejor momento que ese

Flash back Rocío

Fui a la cocina por un vaso de algo para tomar. Escuche que había gente y reconocí la voz de Victorio. Estaba con Pablo.

-Y ahora báncatela macho – le decía Vico- La tenías servida en bandeja, y la cagaste

-Pero no entendés. No es una cosa. Es ella, Rocío- Sí evidentemente, era tema de discusión – Me cortó el rostro re mal, y sin dejarme hablar – se notaba que estaba triste, pero enojado al mismo tiempo-

-Pero ella te dijo que le gustabas. Y a vos te importó un carajo y fuiste y te agarraste a Shenifer. Asique ahora a remarla

-Pará, pará – dijo la escuálida - ¿Shenifer? – Interrogó, y la rubia asintió- Pero nombre de… - y le tapé la boca

-Seguí contado Ro -

-Sí, ya lo sé. Pero ¿Cómo querés que haga si no me registra?-

-No sé. Regálale algo, o llevala a algún lugar.- contestó Victorio - ¿Qué le gusta? – y ya parecía una sesión de terapia, más que un amigo dando un consejo

-Que se yo que le gusta –Ah no, ¿me vas a decir que no sabes nada de mí? Si venias retrocediendo casilleros, ahora tenés que volver a empezar. Y si yo quiero. Por eso no lo dudé e hice mi aparición. Se callaron apenas se abrió la puerta. Fui hasta la heladera, destapé el Gancia, y me serví en un vaso. Lo volví a poner en su lugar, y saqué la gaseosa. Sentía los ojos de Pablo, clavados en la nuca; pero ya no me importaba nada. Y Vico que se estaba yendo, sigilosamente –tenía puestos todos mis sentidos- . Me di vuelta, y quedó a mitad de camino. Abrí la puerta y me fui.

-Esa es la Rochi que queremos – y chocó los cinco con la otra blonda

-Sí, está bien. Que la reme – contesté – Aunque te digo, que estaba mal – le conté lo que estuvimos hablando, esa noche con Poli-

-Bueno por lo menos, sabe que estuvo mal – dijo Candela, al mismo momento que me llegaba un mensaje.

Mensaje de Peter: La pasé muy bien hoy, novia clandestina. Mañana te llamo, soñá conmigo. Besos

Mensaje de Lali: Yo también la pasé lindo. Obvio que voy a soñar con vos mí héroe. Más besos

Así como Superman salvaba a su chica de los malos, así me salvó él. Tal vez haya sido el destino, tal vez una casualidad, o tal vez no. No lo sé. Sólo sé que con él, me siento segura. Me da confianza, me siento contenida. Con sólo mirarlo a los ojos, sé que él me quiere; así como yo lo quiero a él. Si yo estoy mal, él está mal. Si él está mal, yo estoy peor. Saber que él va a estar ahí para apoyarme, para contenerme, para darme fuerzas; me hace bien. Que él me va a proteger, que va a luchar por mí; me dan ganas de seguir. Saber que él es mí héroe, me hace amarlo.

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