lunes, 7 de febrero de 2011

Capitulo 049: Un beso interrumpido

Estaba en casa, durmiendo; en el décimo quinto sueño. Creo que eran como las dos de la mañana y en eso suena el celular. Bad Romance, me hizo saltar de la cama. Saqué el brazo, por debajo de mis sabanas, y tanteé en la mesita de luz. Con un ojo miré la pantalla. Era Candela.

-Ho…-un bostezo – Hola-

-¡Ay morci! No sabes lo que pasó – se la notaba contenta-

-¿Qué pasó?- aun seguía con mi cabeza en la almohada, y con los ojos cerrados

-¡Me chapé al cache!- me lo tiró así nomás, lo que produjo que mis ojos se abrieran de par en par. Sabía que Agus iba por Cande, pero tampoco un chape tan rápido –que antigua que soy cuando quiero-

-Contame ¿Cómo fue?- Y terminé de despertarme, sin destaparme me incorporé en la cama, quedando mi espalda pegada al respaldar

-Ay no sabes –no, no estuve presente- Llegó con ramo de flores- si lo sabía- después, me compró el cd de Madonna, ese que vimos en la…- hubo un silencio- La… ¿vos le contaste que yo quería ese cd?-tarde que cae la flaca

-No. No, le dije nada- mentirosa Marianita, pero no le iba a pinchar el globo a ninguno de los dos- Seguí dale

-Bueno, y después me dice Cande, me gustas. Y mucho Vos sos la persona, que hace tiempo que quiero encarar, y no me daba cuenta que el tiempo se pasa. Y me da una cadenita, que dice Love ¿No es un tierno?-cuestionó

-Fuaa Se re potó el cache- dije sincera –

-Sí, pero ahora venia lo más importante – estaba con todas las pilas la flaca- Me dice: Quiero que tengas todo el amor que te mereces, y si yo te lo puedo dar, mejor. Un romántico.

-¿Y?- nunca va al grano – mira quién habla-

-No sabía que decirle. No me resistí y lo besé- y pegó un grito, que a esas horas de la noche; si la tenía cerca la embocaba –Ay amiga fue re lindo, él me siguió el beso pero…

-¿Pero qué?

Flash back Candela

Ese beso que salió así sin pedir permiso, suave y fugaz. Ese beso que terminó la distancia entre nosotros, ese que… fue interrumpido

-Emm – dijo alguien aclarándose la garganta. Sí, Julieta estaba parada contra el marco de la pared- Vengo a buscar un vaso con agua – Siempre tan oportuna. La cara del cache era para enmarcarla, pobrecito me dio lastima, una carito de pollito mojado, sumado con vergüenza. –Chau- y riéndose se fue al cuarto

-Creo que mejor me voy – dijo –

-No ¿Por qué?- no quería que se vaya- Porfi – y con pucherito comprador logré retenerlo un rato más. Sentados, mirábamos la tele. Un par de besos- y en algún momento se tenía que ir- . Miró su reloj

-Flaqui me tengo ir- dijo por encima de mi cabeza. Semi abrazados, y él rodeándome por la cintura-

-¿Ya?- no tenía noción del tiempo

-Sí ya es tarde- dijo mientras nos despegábamos- Mañana vengo- y una sonrisa se encontró en nuestros rostros

-Gracias-dije sincera

-¿Por?-

-Por todo. Por las flores, por el cd, por la cadenita- y enumeraba con mis dedos – Por todo lo que me dijiste- Y ahora era él que acortaba los centímetros que nos separaban

-Bueno me fui-y nos separábamos con pequeños picos

-Para matarla a Juli ¿Eh?- dije cargándola

-Sí, ni me hagas acordar. Cuando se levante la voy a agarrar

-Pero ella que iba a saber, que… que estabas en esa situación

-Sí es verdad, bueno como sea, este va a ser el mejor cumpleaños

-Sin dudas – y un bostezo volvió a salir

-Bueno te dejo seguir durmiendo –

-Dale – me parecía perfecta esa idea – Un beso

-Un beso. Nos vemos – corté

A la mañana siguiente – mediodía mejor dicho – me levanté por los gritos de mi hermano que me llamaba para comer. Milanesas con puré de papas, cocinadas por mi mamá. Terminamos de comer, en familia, y con Vico nos pusimos a jugar un partidito de truco. Estaba cantado que él iba a ganar –soy malísima mintiendo- , pero después me reivindiqué con una victoria en el chinchón. Aproveché para tirarle un par de indirectas, sobre Peter, y mi relación con él. Se ve que se levantó con el pie derecho, porque no me hizo ninguna escena- ¡viento a mí favor!-

A eso de las seis, recibí un llamado de Peter. En mí pieza, con música de fondo – infaltable- me contaba porque no había podido salir conmigo, como habíamos quedado. Tubo que acompañar al hermano más chico –tiene uno más grande, y uno más chico- al lo de su abuelo. Obviamente, no hice ninguna escena, ya que confío en él. Entre risas, y cosas lindas; me contaba que era lo que iba a hacer esa noche, ya que no tenía que ir a trabajar, por un pedido del dueño –no entendí muy bien porque-. Estuvimos hablando como cuarenta minutos, hasta que lo cambié por un café con leche y masitas – no mentira, no lo cambiaría por nada-

La tarde se pasó volando. Cuando quise acordar ya estaba bañada, cambiada y maquillada; caminando esas frías cuadras para ir a lo de la delgada.

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