Salir, ver las cosas con otros ojos, de otra manera; pensar que siempre hay algo que se puede cambiar, que puede ser distinto, que puede mejorar. Porque la vida hay que vivirla de la mejor manera posible.
-¿Otra vez por acá linda?- me dijo cuando me vio llegar - ¿Qué te doy? – Como dar me podés dar muchas cosas pensé; pero no Mariana ubicate un poco, ni lo conoces al chabón.
-No sé… ¿Cuál es tu especialidad? – dije indiscreta
-Especialidad muchas, pero si hablamos de tragos tengo el justo para vos – me dijo. Y comenzó a mover la botella de Vodka de un lado al otro. Se parte y no podía evitar pensar eso. Puso la bebida blanca con hielo, un chorrito de licor de durazno, un poco de jugo de naranja, azúcar, chorrito de granadina y listo- Decime que te parece
Tomé un sorbo de ese liquido rojizo - Está bueno- dije indirectamente y sonreí – el trago – continué diciendo - Sin dudas Sex on the beach es tu fuerte- Y me alejé de la barra.
Abusadora, abusadora, abusadora…
Bendita sea la hora…
En que te encontré…
Abusadora, abusadora, abusadora…
Bendita sea la hora…
En que te encontré…
-El barman no te saca los ojos de encima morci ¿eh?- dijo mientras bailábamos; seguido de una guiñada de ojo, por parte de la flaca.
-Nada que ver Candela, que decís- contesté. Y disimuladamente gire mi cabeza, ya que él estaba detrás de mí
-Sí tiene razón. Yo que vos le sacó el teléfono, es un buen partido – me dijo la rubia pelilarga. Desde cuando tanta confianza ché
-No chicas, no da. Está bien que es un caño y se re parte, pero tampoco para andar tan regalada por la vida – dije y un nuevo tema comenzaba a sonar
Bailando ella te hipnotiza…
El cuello te agarra y rompe tu camisa…
Después que a todos envicia…
Y se creen que ganan, tengo una noticia...
-Regalada no, pero estás en la góndola, y se ve que él te quiere comprar – me dijo la rubia recién llegada del exterior- dale vamos – y me agarró del la mano para dirigirnos a la barra.
- ¿Otro trago más?, ya es un vicio lo tuyo- dijo Peter cuando nos vio llegar
-No, no vinimos por un trago- dijo Eugenia- venimos por tu teléfono- y se mandó nomas
-¿Que no tienen crédito?- preguntó haciéndose el gracioso, mientras sacaba el celular de su bolsillo
-Exactamente ¿vos tenés? – Interrumpí, antes que mi amiga pudiera decirle algo – Gracias- dije cuando me entregó
-¿Pensé que no querías parecer regalada? – Dijo Euge, mientras nos alejábamos unos pasos. Y comencé a escribir mi número en la agenda del teléfono-
-Regalada no Eugenia ¿Qué decís?- dije mientras ponía mi nombre en el aparato – Es un empujoncito a ver si pica ¿entendés?- y cerré el celular (léase: tenía tapita)
-Regalada con clase – me dijo por lo bajito y continuo una sonrisa de su parte
-Gracias – y le entregué el teléfono-
-¿Qué tu novio no piensa venir?- me dijo haciendo el canchero, y nuevamente comenzaba a mover las botellas de una las al otro, ya que le habían pedido otro trago
-No, una lástima la verdad. Podrían haberse llevado bien, digo porque a él también le gusta hacer tragos y eso- mandate una mentirita piadosa; pude ver como su sonrisa tan perfecta se desdibujaba en su cara- Gracias de nuevo- y con Euge nos alejamos hacia donde estaban las chicas.
Cuenta Peter
Y así sin pormenores, como quien recibe un baldazo de agua fría en pleno invierno, la chica que “había fichado”, me dice que tiene novio. “¿Y desde cuando Peter que tenga novio es un obstáculo para vos? Si ni siquiera la conoces”. Si es verdad, ni siquiera la conozco, pero lo que me gustaría. Tiene una mirada tan dulce, y tan penetrante al mismo tiempo, hacía rato que no me sentía así “Pero que estoy diciendo Que me importa que tenga novio, sabes todas las minas que tengo atrás mío”. Si pero con ella me paso algo especial desde el primer momento en que la vi, algo distinto. No creo que me este enamorando, porque un pibe como yo, no se enamora, pero que esa chica va a ser mía, está cantado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario