domingo, 6 de marzo de 2011

Capitulo 062: Primavera I

Veintiuno de septiembre, primavera. Y como todos los años; desde que tengo uso de razón, se festeja con amigos. El año pasado, por ejemplo, lo pasamos en casa. En el pequeño jardín de fondo que tengo, desde la tarde y hasta altas horas de la noche, con música, comida yen compañía. Este año Eugenia ofreció su casa –mejor dicho, la de su abuela-, ya que, al vivir a las afueras de la ciudad, contaba con un gran campo.

Organizamos para ir las chicas, un día antes, y quedarnos a dormir. Asique a eso de las doce del medio día, con la delgada y la pelilarga; esperábamos el micro que nos llevara a destino. Después de unos treinta minutos de vieja –que se pasaron volando – llegamos; diez cuadras –que en realidad debieron ser cinco, pero la escuálida, tomó el mapita que Euge nos había hecho, al revés-. La noche se hizo presente y un buen pijama party, de chicas, se aproximaba. La abuela de la pelicorta, había preparado entre otras cosas, torta y las riquísimas milanesas con puré que siempre nos hacía de chicas.

Bienvenido, bienvenido amor
bienvenido, bienvenido amor
bienvenido, bienvenido amor
bienvenido, bienvenido amor
 
esperaba que llegaras
esperaba primavera

La estudiante de fotografía del grupo, quiso hacer una sesión casera de fotos. La verdadera sesión, para un trabajo, sería dentro de unos días. Es para que vayan practicando, esbozó la pelicorta, que ya tenía cámara en mano. Con nuestros pijamas de colores, y los almohadones de los sillones, dispusimos a divertirnos un rato.

-Cande, no estás en Hollywood ¿eh?- burló la rubia, viendo como su amiga, hacía poses netamente sacadas de las revistas de moda que consume

-Bueno gordi no me pinches el globo ¿viste?, quién te dice que algún día no me llamen- soñaba alto la flaqui

-Chicas me olvidé de contarles – se acordó Rocío, y Euge se sentó para escuchar – Estoy en algo con Pablo – y una sonrisa se dibujó en su cara

-¿Cómo se te olvida contar eso?- y la flaquita tenía razón

-Bueh ché Les cuento. No somos novios, lo que se dice novios, pero hay algo más que una amistad – dijo con complicidad

-Ay nena, eso ya lo sabíamos, hace como cinco meses que van y vienen – y la escuálida nunca deja de meter la pata

-Me refiero a que… –y hacía ademanes con las manos

-AAAAA No me digas que estuvieron – dijo Candela, tapándose la boca

-Pero no – y le pegué en el brazo - ¿no?

-No- negó – Por ahora-

-Dejá de hacerte la misteriosa Rocío, contá – sonó en reto por parte de Euge

-Bueno, hace un par de semanas que estamos viéndonos, y esta vez creo que es enserio. Si bien ya lo perdoné, no hay nada concreto. Pero… - hizo una pausa- me preguntó si quería que fuera su novia. Dijo que él no me iba a apurar, pero que quería que me dé cuenta; de que va enserio-

-¿Y qué pasó? – interrogó la delgada

-Le dije que necesitaba tiempo, para pensar…-

-Ah pero vos te entrenas… – interrumpió la flaqui, metiendo la pata hasta el fondo –para… que no te haga lo mismo, digo

-No quiero histeriquiarle, pero no quiero comprar algo que no es ¿entienden?-

-Sí, y está bien que te hagas valer. Pero a mí, me parece, que está vez es enserio – opiné – Un chico no va a pedirte llorando que lo perdones, ni te dedica canciones de amor, ni te dice te amo; si verdaderamente no lo siente. Y más conociéndolo a Pablo. Tomá – le di su celular – mandale un mensaje, que mañana hablan- y le guiñé un ojo

-¿Qué mejor que el día de la primavera, para darle la bienvenida al amor? –dijo Eugenia. Y así entre amigas, saludábamos los primeros minutos de la primavera.

Que sabía que traías
para mí un nuevo amor
ese amor que siempre llega
llega con la primavera
y asomaba a mi ventana
saludo a mi nuevo amor

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