sábado, 12 de marzo de 2011

Capitulo 065: No todo es lo que parece II

Cuenta Agus

Tengo que contarle a la flaqui que está pasando. Ella no se merece que le oculte algo así, no la quiero hacer sufrir pero tampoco quiero ocultárselo; algún día se va a enterar y prefiero que sea por mí y no por terceros.

-Flaqui, tengo que decirte algo- estábamos en mi casa, en la cocina para ser más precisos, tomando unos mates. Y creo que llegó el momento de decirle.
-Sí, yo también- y la noté algo pensativa- Empezá vos- me dijo
-Empeza vos si querés, es lo mismo- y me miró con cara obvia – Bueh, voy yo… no es fácil para mí decirte esto, pero prefiero que te enteres de mi boca, y no por otros.
-¿Tenés a otra, no? Es eso… Yo sabía Agustín- y pude ver como su rostro se enfurecía lentamente
-No, no eso Can- tomé aire- Mi papá está enfermo, tiene algo medio raro, que los médicos no saben que es-inmediatamente me abrazó, y se sentó en mi falda- La cuestión es que tienen que hacerle unos estudios, pero no acá- la cara de mi novia cambió, para dejar escurrir algunas lagrimas- en Venezuela. Parece que allá tienen unos equipos que acá no tienen – y pasé mi mano sobre su cara para secarle esas gotas saladas- Y tengo que acompañarlo, no sé cuánto va demorar, pero no puedo dejarlo sólo en esta- y ahora éramos los dos los que llorábamos, abrazados en medio de aquella cocina- Tengo miedo Can…
-Gordo sabés que contás conmigo, sos mi novio, mi amigo, mi compañero. No te voy a dejar solo nunca, y menos ahora. Me duele un montón saber que te vas, sin saber cuándo volvés. Pero es tu papá, lo entiendo y lo respeto. Y si a mí me pasara, haría lo mismo. No quiero ser egoísta, pero sé que no te podés quedar conmigo. Te amo ¿sabés?- y era la primera vez que me lo decía, no lo dudé y la besé-
-Yo también te amo, Can, más que a nadie. Y me pone feliz, saber que estás conmigo. –
-Y yo que pensaba que me estabas metiendo los cuernos- dijo con toda tristeza
-¿Qué?- sinceramente no entendía
-El otro día que te olvidaste el celular en casa, leí tus mensajes – la miré sorprendido – Sí, se que estuve mal, pero no pude resistir. Los mensajes que te mandes con…
- Benja - interrumpí – Sí, eran sobre esto
-Ay perdóname – y tapaba su boca, como si evitara escapar el llanto – Perdón
-No tengo nada que perdonarte Can- dije comprensivo – Nunca te engañaría, y lo sabés. – y la abracé – Aunque me gusta que te pongas celosita – y sonreímos- Te amo- y una vez más, estábamos besándonos.

Cuenta Cande

Desde el día que Agustín se olvidó el celular, y de perseguida leí los mensajes, todo era distinto. Como si buscara cualquier excusa, para que me dijera que me era infiel, que no me quería, algo para justificar ese engaño.

Uno o dos días después, me dijo que tenía que decirme algo muy importante. Ya imaginaba por donde venia, por los cuernos. Con todas mis armas a la defensiva, fui. Lo noté algo raro, pero no le dije nada. Preparamos mate, y en mitad de charla, interrumpió para decir lo que tenía que decirme.

Su papá está enfermo. Tiene que ir al exterior, para hacerse unos estudios que acá no pueden. No se imagina lo mal que me sentí. Pensar que me estaba engañando, pensar que el no me quería, pensar que puse cosas en mi cabeza que nunca sucedieron. Me siento tan infantil. El padre esta grave, y yo inventando triángulos amorosos. Nena, esos es lo que sos Candela. Enojo conmigo misma, eso siento. ¿Cómo pude desconfiar de él? ¿Cómo pude dejarme llevar así, sin motivos? ¿Cómo pude sufrir tanto, por un fantasma? ¿Cómo pude ser tan inmadura?

Al final mis amigas tenían razón. Lo conocen más ellas que yo. Yo que soy su novia, no pude ver esto. No pude ver, que estaba mal, y no por una infidelidad; si no por algo mucho más grave. No entiendo, no me entra en la cabeza.

A veces las cosas no funcionan como esperamos, no terminan con el final que elegimos. Las piedras en el camino, hacen que las cosas se distorsionen, tomen otros caminos, otros rumbos. Ponemos títulos a las noticias, como si fueran novelas de las tres de las tarde, y muy lejos están de eso. Inventamos fantasmas donde nos los hay, solo para decir que hay fantasmas. Cualquier cosita que no nos guste, salimos a buscar el pelo al huevo, la quinta pata a gato, o como quieran llamarle. No sentimos, no miramos, no vemos, estamos completamente ciegos. Disfrazamos las cosas, las convertimos en cosas que no son. A veces, no todo tiene una cara, no todo tiene un solo lado, a veces no todo es lo que parece.

No hay comentarios:

Publicar un comentario